¿Has escuchado hablar del servicio de pedicura y el servicio de podología? Ambos trabajan en los pies, pero ¿cuál es la diferencia?
En el blog de hoy te contaremos las diferencias de cada trabajo.

Sigue leyendo para conocer las diferencias entre pedicura y podología. La pedicura se encarga de la belleza, cuidado superficial e higiene del pie, como así también la relajación del mismo. En pedicura podemos quitar durezas superficiales con pododisk o exfoliación, también podemos realizar pedicura quitando cutículas, limar las uñas, esmaltar, dar masajes , detectar o suponer patologías y derivar al podólogo. La pedicura se puede estudiar en centros de formación y academias, estos estudios pueden durar de 4hs a 30 días.

La podología es parte de la medicina, y se encarga de la fisiología y las enfermedades de los pies. Existen varias ramas de la podología y cada una se encargará de un tema distinto:
- Orto podología: Tratamiento del pie a través de ortesis de siliconas, soportes plantares, férulas nocturnas y diurnas, corrección de uñas (ortonixia).
- Cirugía podológica: Corte y fresado de uñas, eliminación de helomas e hiperqueratosis y pulido e hidratación del pie y talones.
- Podología pediátrica: Especializada en el pie del niño y sus afecciones más comunes.
- Podología deportiva: Especializada en el gesto del deportista y en sus afecciones más comunes.
- Podología geriátrica: Especializada en el pie del anciano.
- Dermo podología: Tratamiento de uña incarnata o encarnada, onicomicosis, verrugas plantares “papilomas”, lesiones dérmicas
- Farmacología: El podólogo/a o podiatra está habilitado para la prescripción de fármacos al igual que el médico y el odontólogo.
La podología es una carrera universitaria, la cual tiene una duración de 4 años.
No debemos confundir la podología con la pedicura. Siendo pedicura no podemos tratar algunas afecciones de la piel, las cuales muchas veces, sin el conocimiento necesario, las enseñan en academias como un tema de pedicura, cuando realmente es un trabajo de podología. Debemos conocer algunas patologías para poder derivar a nuestra clienta a un podólogo.